Pensar Diferente Saber Pensar

¿Qué es pensar?

Muchas veces creemos que por el hecho de tener un cerebro funcionando nos da la seguridad que en realidad pensamos. El pensar es una acción que lleva intención; sé que hay operaciones que se hacen de manera automática, y que gracias a Dios no nos toca todos los días aprenderlas, pero hay otras situaciones en la vida que esa capacidad de pensar debe ser bien hecha.

¿Será que siempre pensamos de manera correcta?

No, es muy claro darnos cuenta que nos equivocamos en el pensar. La vida nos puede dar los ejemplos suficientes para corroborar ese hecho de que no pensamos bien, o mejor dicho el pensar no nos ha llevado a tomar las mejores decisiones. Y esto nos detiene en el diario vivir porque nos damos cuenta de repente que nos hemos equivocado. No solucionamos conflictos familiares por no pensar bien lo que tengo que decir, estudio la carrera que otras personas consideraron la correcta y no pude elegir según mis habilidades, no me desempeño en algo que me haga sentir útil o autorrealizado, etc. La verdad hay un sinfín de situaciones que por pensar mal, o dejar de hacerlo, nos ocurren.

¿Qué efectos nos trae el no pensar de manera correcta?

Bueno, con solo traer a nuestra mente los errores nos da un sentir de vergüenza por lo ocurrido; también nos pasamos mucho tiempo dándole vueltas al asunto y nuestro cerebro se carga de tanto dar vueltas y vueltas. Por ende todo ese malestar se manifiesta por último en nuestro cuerpo físico. ¿Cómo? Por medio de las enfermedades; y son ellas las que se convierten en el indicador de que algo a nivel psicológico en nosotros no anda tan bien.

Ahora bien, el punto del tema es que conozcamos y aprendamos cómo poder pensar bien. Nuestro mecanismo de pensamiento necesita aprender correctamente como hacerlo, ya que lo que queremos lograr es tomar las mejores decisiones en nuestra vida, poder pensar siempre en positivo ante las dificultades, poder ayudar a otros a solucionar conflictos. Pero muchas veces el correr del diario vivir nos ha llevado a actuar en automático, sin conciencia de lo que pasa, sin tomarnos el tiempo de ver los efectos de nuestra decisión porque lo que importa es mi bienestar.

Había una antigua cultura americana que enseñaba a su gente la importancia del saber pensar. Decían que al momento de tomar una decisión, debemos pensar qué efecto tendrá en las seis generaciones siguientes. Eso hacía que ellos pensaran de mejor manera. Si nos detuviéramos veríamos el alcance que puede tener el pensar, y no sólo nos preocuparíamos por nosotros sino por el prójimo.

Vale preguntarnos lo siguiente: ¿Será que nos dejamos llevar por lo que otros piensan? ¿Será que a veces pensamos con pocos elementos de valor? ¿Les ha pasado que muchas veces queremos anteponer nuestro propio pensamiento sobre el de otro? ¿Nos dejamos manipular por el entorno?

Estas preguntas sirven de diagnóstico para que nos demos cuenta de que no están fácil pensar sabiamente y que necesitamos de algo o alguien que no eduque en ese aspecto. Ahora, también la solución la tenemos en nuestras manos y para eso daremos algunos consejos prácticos para saber pensar:

1- Presta atención a lo que sientes. Me refiero al cuerpo físico, porque éste te dará indicadores cuando algo que pasa por nuestra mente no es tan bueno.

2- ¿Qué tan lejos te lleva esta decisión? Reflexiona el alcance de lo que vas a decidir.

3- Reactiva tu valor personal. Aprende a tomar tus propias decisiones basadas en personajes que han sido grandes ejemplos para la Humanidad.

4- Válete de la REFLEXIÓN. La capacidad de reflexionar es muy importante, ya que te permite revalorar tus ideas y escuchar esa voz interior que te dicta qué es lo correcto.

5- Saber escuchar a otros. Y no a cualquiera sino aquel que sea para nosotros un ejemplo de vida positiva.

6- No todo lo vamos a entender ya... Quiere decir que hay cosas que llevarán su tiempo comprender los porqué; lo que nos corresponde es mirar hacia adelante con la fe puesta en que seremos mejores.

No hay comentarios: